Pero la cuestión es precisamente que los demás se “ven” más
alegres y felices pero eso no indica que realmente lo “sean”. De hecho, la
mayoría de las personas tienen la sensación de que los otros son más felices
que ellos. Y, claro, todo surge de esa maldita tendencia a compararnos con los
demás.
Pues bien, un estudio reciente desarrollado por
investigadores de la Utah Valley University pone el dedo en la llaga al
analizar las vivencias en Facebook de 425 estudiantes. Todo parece indicar que
somos poco propensos a mostrarnos infelices en esta red social y que, mientras
más tiempo pasamos conectados a ellas, más cambia la percepción de la felicidad
de los demás y la nuestra.
Obviamente, esto sucede porque tendemos a analizar
exclusivamente las imágenes sonrientes y felices que encontramos en el perfil
de las otras personas llegando a la conclusión errónea de que tienen menos
problemas, responsabilidades y preocupaciones que nosotros.
Este fenómeno ya había sido estudiado con anterioridad sin
hacer referencia a las redes sociales pero, evidentemente, en estas el problema
se acentúa porque solo brindamos la imagen más positiva de nosotros mismos.
Por supuesto, esto no significa que Facebook de por sí nos
hace sentir infelices sino que es nuestra percepción sesgada de lo que vemos en
esta red social. Es algo bastante similar a pensar que los protagonistas de un
filme son más felices, ricos y prósperos que nosotros cuando realmente se trata
de una obra de ficción.
El engaño está en que creemos que todo lo que vemos en
Facebook es real, cuando realmente mucho de lo que vemos es la imagen que otra
persona ha construido para mostrarle al mundo, una imagen que a veces suele
distar mucho de la realidad.
Fuente:
Hui-Tzu, G.
& Edge, N. (2012) “They Are Happier and Having Better Lives than I Am”: The
Impact of Using Facebook on Perceptions of Others' Lives. Cyberpsychology,
Behavior, and Social Networking; 15(2): 117-121.
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