Por eso, aunque nos planteemos
miles de metas, lograremos realizar muy pocas. Siempre tendremos una excusa
lista para no movernos del círculo de confianza que nos hemos creado a nuestro
alrededor. El primer paso para poder desarrollarnos es descubrir cuál es la
excusa que sueles utilizar. Una vez que la hayas desenmascarado será difícil
que te siga atando.
1. “Antes de comenzar debo tener
un plan”. Nos han enseñado que cualquier objetivo debe estar bien planificado.
Y es cierto que planificar es importante pero no es imprescindible. A veces
basta con lanzarse y los pasos se van desvelando a lo largo del camino.
2. “Ahora no estoy en forma, debo
esperar a estar mejor”. No te focalices en cómo te sientes ahora mismo sino en
cómo estarás después de que logres tus objetivos. Es decir, muchas personas
piensan que están tan gordas, tan faltas de práctica, tan complicadas… que no
pueden emprender un nuevo proyecto. Y probablemente esto es cierto pero no es
una excusa para detener el cambio. Si emprendes el cambio sin grandes
expectativas, sino simplemente por el placer de divertirte o emprender una
tarea nueva, verás que reencontrarás el tiempo, las fuerzas o la habilidad
perdida.
3. “No sé cómo hacerlo, nunca lo
he hecho”. Puede ser que nunca hayas cocinado, nunca hayas escrito o que jamás
hayas jugado al fútbol pero esta no es una excusa para no aprender. El hecho de
que no hayamos hecho algo es solo una nueva oportunidad para aprender y abrirse
a nuevas experiencias. ¿No es maravilloso que después de 40 o 50 años podamos
aún descubrir nuevas pasiones?
4. “Las personas se reirán de
mi”. Es probable que algunas lo hagan. Pero… ¿a quién le importa? Sin lugar a
dudas no podemos supeditar nuestros objetivos a las opiniones de personas que
se burlan de las dificultades de los otros. Debemos aprender a discernir entre
las opiniones que realmente son valiosas y las que no lo son.
5. “No seré lo suficientemente
perseverante”. Hasta que no comiences no sabrás si realmente te sentirás
involucrado en el proyecto. ¿En cuántas ocasiones has pensado que un juego o un
hobby eran una estupidez y después te has quedado enganchado?
La solución para deshacerse de
estas excusas es solo una: ¡lánzate! No esperemos a mañana, simplemente
comencemos hoy mismo a hacer realidad nuestro sueño. Por supuesto, el camino
probablemente no será fácil pero si no lo inicias no podrás saber qué te
aguarda.
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