No obstante, antes de hacer referencia a algunos aspectos
generales sobre el análisis de las firmas, debo puntualizar que la grafología
no es una ciencia exacta, de hecho, hay incluso quienes se cuestionan si es una
ciencia y prefieren referirse a ella como un método o técnica. Esto significa
que todos los datos que se recojan de un análisis grafológico deben ser
contrastados con otras informaciones.
¿Cómo se lee la firma? Algunos detalles a considerar
Aunque no se pueden extraer conclusiones generalizadoras a
partir del análisis exclusivo de una firma, en general los grafólogos
establecen algunos lineamientos que pueden servir de base para comprender las
firmas:
- Firmas muy complicadas: Un refrán popular afirma: “perro
que ladra no muerde” y esta reflexión también se aplica a la firma que, cuando
tiene trazos demasiado complicados puede indicar un carácter pobre,
sentimientos de insignificancia e inferioridad, una gran vanidad e incluso la
tendencia a engañar a otras personas. No obstante, debe realizarse una salvedad
y es que en ocasiones quienes deben firmar documentos muy importantes optan por
una firma complicada para que existan menos posibilidades de ser falsificada.
- Firmas muy sencillas: En el otro extremo encontramos
personas cuya firma sobresale por su simplicidad pero que son bien legibles, lo
cual puede indicar que no existe la necesidad de sobresalir ni de llamar la
atención. Se puede tratar de una persona muy equilibrada que prefiere la
transparencia en las relaciones interpersonales pero también podría ser la
firma de alguien con bajo nivel cultural que no maneja adecuadamente el lápiz
(en este caso deberíamos analizar la seguridad y rapidez de los trazos).
- Firmas con predominio de curvas: casi siempre se refiere a
personas con un trato suave y con mucha imaginación.
- Firmas con predominio de ángulos rectos: indica una
persona con un carácter más bien duro pero muy prácticas y con gran capacidad
de compromiso y esfuerzo.
- Firmas donde se realiza el trazo antes de las letras: es
una práctica común en personas altamente organizadas y con una gran capacidad
para anticipar el futuro.
- Firmas resaltadas por un zigzag: indica una persona de
temperamento fácilmente excitable que suelen comprometerse en las más diversas
actividades con mucha pasión.
- Firmas donde se resalta el nombre: cuando sobresale
nítidamente el nombre sobre el resto de la firma se puede pensar en una persona
que ha sido, es y continúa siendo importante en la esfera de las relaciones
interpersonales y, sobre todo, familiares.
- Firmas donde resalta el apellido: la persona prefiere
identificarse no por quien es en realidad sino por su rango o su rol social.
Puede tratarse de individuos que deseen reconocimiento profesional y esta es la
imagen que desean brindar al mundo.
- Firmas tachadas por la rúbrica: obviamente, tachar la
propia firma con una serie de garabatos indica una persona que tiene un bajo
concepto de sí mismo y una baja autoestima. Las causas pueden ser físicas como
una discapacidad o simplemente radicar en comportamientos que se consideran
inadecuados como el alcoholismo o la prostitución.
Análisis más profundos para leer las firmas
En sentido general, nuestra atención debe dirigirse
fundamentalmente allí donde se aprecie una mayor presión o elaboración de la
firma ya que de esta forma la persona (de manera inconsciente) está señalando
un aspecto que le resulta importante.
Existen otros aspectos a analizar como la claridad y
legibilidad. Esta suele expresar la confianza de la persona en su propia
auto-imagen y en el concepto que tiene de sí mismo. Este concepto será tanto
más equilibrado y realista, cuanto más se parezca la firma al texto y cuantas
menos desproporciones presenten las mayúsculas en relación a las minúsculas. Al
contrario, la ilegibilidad en la firma (excepto en el caso de quienes tienen
que firmar numerosos documentos al día) supone una falta de voluntad de
identificación. El sujeto muestra un Yo evasivo, engañoso y falso.
La ubicación de la firma en el papel también es importante y
se relaciona con la toma de posición frente al mundo. Esta posición o actitud,
puede ser de acercamiento, si la firma se ubica a la derecha y próxima al
texto. Puede expresar retirada, desconfianza, reserva o introversión, si la
firma se distancia del texto y se ubica a la izquierda.
La dirección que adopta la firma es otro factor a
considerar. Esta puede tener una dirección horizontal indicando serenidad,
estabilidad, equilibrio entre ambición y realización. Puede ser ascendente,
reflejando una ambición no satisfecha probablemente porque la persona no ha
llegado a situar su auto-imagen en el rango que desearía. Y, finalmente, puede
ser descendente, en cuyo caso, puede tratarse de una situación frustrante o
depresiva o de una enfermedad que mine las fuerzas, las esperanzas e ilusiones.
Obviamente, existen otros muchos factores a considerar para
leer las firmas pero estos son a grosso modo los elementos esenciales. Aún así,
vuelvo a recalcar que juzgar exclusivamente una firma es como desconectar la
personalidad de su entorno o valorar a una persona por su aspecto físico.
Fuentes:
Vels, A. (2000) Grafología de la A a la Z. Barcelona:
Herder.
Xandró, M. (1994) Grafología experimental. Barcelona:
Herder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario