Todos nosotros, alguna que otra vez nos hemos enfrentado a la ansiedad ante los exámenes, ya sean las pruebas escolásticas, el examen de conducción o un test laboral. Esta ansiedad proviene en gran parte del hecho de que nos sentimos valorados, sabemos que se juzgará nuestro desempeño y deseamos obtener el mayor puntaje posible.
No obstante, hay personas que sienten tal ansiedad que esta les impide lograr una buena calificación, aún cuando son capaces y manejan todas las informaciones necesarias para pasar con éxito la prueba.
Algunas personas, en aras de calmarse, recurren a los psicofármacos o a la terapia floral. Otras más conocedoras de la psiquis humana se someten a una sesión de relajación pero lo cierto es que existe una técnica aún más sencilla para vencer la ansiedad ante los exámenes: escribir en un papel las sensaciones que estamos experimentando.
Un estudio recientemente publicado en la revista Science y desarrollado en la Universidad de Chicago ha venido a demostrar experimentalmente la eficacia de esta técnica.
Los investigadores sometieron a un grupo de estudiantes universitarios a dos pruebas de tipo matemático. La primera se utilizó como prueba control para determinar el desempeño de base y en el segundo examen se le puntualizó que los resultados obtenidos se añadirían a sus notas de escuela.
Lo interesante fue que a la mitad de los estudiantes se les pidió que escribieran sus miedos apenas diez minutos antes de aplicarle el test. ¿Cuál fue el resultado?
Los estudiantes que escribieron sus preocupaciones obtuvieron un puntaje mejor en comparación con el primer test, específicamente, un 5% mejor. Sin embargo, los estudiantes que simplemente se enfrentaron al examen con el estrés añadido puntuaron peor, exactamente un 12%. Este hecho no solo confirma que el miedo y la ansiedad disminuyen nuestro desempeño sino que escribir sobre nuestros estados de ánimo nos permite controlar nuestros miedos. ¿Por qué?
Una de las explicaciones posibles es que escribir sobre nuestros estados de ánimo nos permite reflexionar sobre sus causas y asumir cierta distancia de los mismos. De esta manera nos percatamos que muchos de nuestros temores no tienen un verdadero sentido por lo que somos capaces de vencerlos. Probablemente por esta razón, cuando aún no existía la Psicología, ya las personas tenían la costumbre de realizar diarios pues conocían el poder terapéutico del lápiz.
No había tenido tiempo de leer esto antes, pero me parece muy interesante a la par que sorprendente. Que seamos capaces de mejorar nuestros resultados con simplemente escribir nuestras emociones es realmente sorprendente
ResponderEliminar